Muchas veces, aprendemos algún tema o arreglo nuevo y tenemos la limitación de aprenderlo de memoria o si tenemos la posibilidad, de grabarlo en vídeo para estudiarlo en otro momento. Aunque si las condiciones no son óptimas, a veces se puede hacer ininteligible y o bien nos lo aprendemos todo desde el primer momento, o recuperarlo el día de mañana se puede hacer complicado.
Lo que haría cualquier estudiante musical sería transcribirlo a partitura. De esta forma, el arreglo nunca se olvidaría y podrías recuperarlo cuando pase cierto tiempo. El problema surge cuando no tienes conocimientos musicales y las diferentes figuras (redonda, negra, blanca, corchea, semicorchea, etc.) te suenan a chino. Y no hablemos ya de los puntillos o de diferentes simbologías de dinámicas.

Pero para los que no tienen idea de transcribir una partitura convencional, se ha creado un sistema de notación más sencillo con el que se subdivide cada pulso en cuadraditos y se marca directamente donde cae el golpe. Además, se puede seleccionar el tipo de golpe escogiendo otro símbolo. Es un sistema muy útil y sencillo de usar.

Creo que es más fácil si ponemos un ejemplo práctico. Para ello, voy a usar una herramienta muy sencilla de utilizar llamada Mestre. En ella, podremos editar nuestra partitura para batucada y podremos compartirla fácilmente con quienes queramos.
En mestre puedes cambiar de compás entre 4/4 y 6/8. Además, se pueden añadir instrumentos de batucada como caixa, repique, surdo, timba, alfaia, gonge (similar al agogó, pero más grande), etc.
¿Qué te parece la herramienta? ¿Conocías este sistema o usabas otro distinto? Cuéntanos tus experiencias en los comentarios.